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viernes, 8 de junio de 2012

CONSTRUCCIÓN Y DIMENSIÓN SEMÁNTICA


a) Construcción de la realidad 

Cada uno de nosotros lleva un mapa del mundo que filtra la realidad. Cada uno tiene unos condicionantes biológicos, patrones culturales, premisas de construcción psicológica, que filtran la realidad sensorial (realidad de primer orden), que le hacen percibir sólo lo que su mapa del mundo permite. La realidad que cada uno ve está mediada por el significado atribuido a lo percibido (realidad de segundo orden) y por las hipótesis explicativas que se da (realidad de tercer orden). La realidad es, entonces, una construcción personal: todo depende del color del cristal con que se mira; lo que es más importante: nuestra conducta, nuestro lenguaje, nos señalan, nos muestran cuál es ese mapa. La influencia de las creencias y expectativas, de los a priori ideológicos en nuestra percepción de la realidad, tiene una clara muestra en los fenómenos escritos por la psicología social.

 b) El efecto Rosenthal y la profecía autocumplidora 

W. Wagar dijo que "la última función de la profecía no es predecir el futuro, sino construirlo". Y P. Watzlawick dice que "la profecía del acontecimiento lleva al acontecimiento de la profecía". Ambos nos definen las profecías que se autocumplen, que son profecías acertadas no porque prevean el futuro, sino porque, al creer en ellas, se ha modificado la conducta y eso ha llevado a su cumplimiento. Aquí es el futuro el que determina la conducta del presente. R. Rosenthal realizó una serie de experimentos psicológicos en los que demostró la gran influencia que ejercen las opiniones y los prejuicios de un experimentador en el comportamiento y resultados de pruebas hechas con ratas en laboratorio; posteriormente realizó semejantes experimentos en el ámbito escolar. A esta influencia se le llama efecto Rosenthal. Todo esto nos indica algo importante: las expectativas y los prejuicios tienen un enorme poder en la interacción humana, consistente en su capacidad para determinar conductas futuras. Por ejemplo: el profesor que deforma prejuiciosa califica una y otra vez al alumno con el enunciado "eres un desastre" puede conseguir, si el alumno se lo cree, que éste termine dándole la razón con su fracaso escolar. 

c) Construcción social del significado

 Ésta es la idea clave del construccionismo social: el significado se construye en la interacción social. Todo conocimiento evoluciona en el espacio entre las personas; sólo a través de las conversaciones con sus íntimos significativos el individuo desarrolla una identidad, un discurso interior, que siempre intentará validar en el medio. Cuando algún desconocido se acerca a nosotros, ocurren los siguientes procesos y fenómenos que constituyen el área de estudio de la cognición social: -Nuestra reacción ante quien se acerca depende del reconocimiento de emociones que realicemos, es decir, del diagnóstico acerca de su estado de ánimo. Este diagnóstico se elabora a partir de la observación de su rostro y de otras señales no verbales. -De manera inevitable, nos formamos una impresión sobre él, una imagen relativamente coherente, para la cual unimos diversos elementos informativos que hemos podido ir recogiendo en esos primeros instantes de interacción: aspecto físico, vestimenta, forma de hablar, atractivo.- Realizamos atribuciones causales, esto es, buscamos una causa para explicar la conducta de dicha persona. Nuestros sentimientos, pensamientos y conductas respecto a tal persona están mediatizados por el tipo de causa a que atribuyamos su conducta.-Utilizamos esquemas (conjuntos organizados de conocimientos) que nos ayudan a procesar rápidamente la información que vamos recibiendo y a tomar una decisión lo más adecuada posible.- Nuestra reacción está mediatizada por los procesos de inferencia social, es decir, por la forma según la cual procesamos la información que estamos recibiendo, la almacenamos en nuestra memoria, la ponemos en relación con otra información de la que ya disponíamos, la recuperamos y la aplicamos al caso en cuestión. 

d) La conciencia narrativa 

Desde la psicología cognitiva se plantea el funcionamiento modular del cerebro: uno de estos módulos es el llamado yo ocurrente o yo interpretativo. Cada acontecimiento que nos ocurre dispara dicho módulo, que nos ofrece una explicación. Podemos observarlo en lo que se llama conducta.

 e) La dimensión semántica 

La realidad como construcción personal. Profecía autocumplidora y efecto Rosenthal. Construcción social del significado. La conciencia narrativa. La red semántica de relatos. La narrativa como sistema o el teatro de la vida. Rituales de vida, de enfermedad. Tengo un dolor de cabeza y me pregunto su causa. Si no la descubro, pregunto a mis íntimos; puede que un familiar me diga que se debe al calor que hace, pero si no me satisface y persiste el dolor, acudiré al validador oficial, el médico, para que me dé una explicación. Una vez conseguida la etiqueta, mi comportamiento se rotulará alrededor de esa explicación recibida. Desde que disponemos de discurso interior, éste muestra una relación recursiva, circular con nuestra propia conducta: el discurso ofrece guiones a la conducta y ésta en la interacción con el medio le devuelve material para reajustar dichos guiones. Por eso somos protagonistas, espectadores, intérpretes y relatores de nuestra biografía. 

f) La red semántica de relatos

 Vivimos inmersos en narrativas; unas, compartidas con nuestro medio cultural, otras con la familia, y otras exclusivamente personales. Al relacionarnos intercambiamos historias, compartimos y transformamos las tramas narrativas. Un acto de conducta está enmarcado dentro de un episodio-relato que, a su vez, está inmerso en una relación, y así sucesivamente. Por ejemplo: las parejas que funcionan bien, son compatibles de forma espontánea (patrón cultural), los conflictos se resuelven marchándose (guión familiar), existe "la mujer de mi vida" (guión personal), relación de pareja (relación), crisis de pareja (episodio), amenaza de romper (conducta).Si las narrativas nacen con una función descriptiva, ésta se pierde. En los relatos que hacemos y recibimos siempre hay lagunas; un buen bagaje de experiencias queda sin ser contado. En realidad recordamos interpretando. No puede ser de otra manera: el olvido es tan importante como el recuerdo. Por eso los aspectos de lo vivido, escogido para ser relatado son constitutivos, modelan nuestra vida y relaciones. Los relatos pierden con el tiempo su capacidad inicial descriptiva y se convierten en una necesidad narrativa que determina el comportamiento y cumple una función dentro del sistema relacional del individuo.

 g) La narrativa como sistema o el teatro de la vida 

Siguiendo la analogía del texto, una narrativa puede verse como un sistema constituido por unos actores o personajes, un escenario o contexto donde transcurre la acción, una trama narrativa que conecta actores con contextos y guión, y un argumento que, como en la literatura universal, es limitado y recurrente: amor, desamor, traiciones, hijos pródigos, poder, sumisión... Como en toda narración, existen corolarios o implicaciones: morales (víctimas y victimarios, buenos y malos...), interpersonales (con quién se conecta la gente, cómo y por qué) y compartiméntales (la conducta de la gente basada y determinada por esos guiones). 

h) Rituales de la vida 

El ser humano es un animal de costumbres; por ello ritualiza su vida. Los rituales son una secuencia de actos simbólicos en un determinado orden que cumplen funciones diversas, como transmitir y mantener unos valores o creencias, dar sentido, de pertenencia al grupo, facilitar la cohesión social, hacer predecible el caos de la vida y ordenar el tiempo. También señalan las diversas transiciones del ciclo vital. Mediante los rituales periódicos, las creencias y mitos personales y familiares, consiguen mantenerse en el tiempo. Hay familias muy ritualizadas (el pasado pesa y el colectivo predomina) y familias más disgregadas (el individuo es más importante y existe poco nivel de ritualización). Las depresiones navideñas no surgen por exceso de convivencia, sino porque se actualizan determinados procesos de relación. 

Existen diversos tipos de rituales: 

— Los de transición marcan el paso de una etapa del desarrollo a otra. Son los llamados ritos de paso descritos por Van Gennep en sus sucesivas etapas de separación, confusión y reincorporación. 

— Los de continuidad se ejecutan con frecuencia, deforma periódica: los cotidianos, que sirven para marcar los tiempos privado y público, ordenar la vida, son las rutinas de la vida cotidiana, que tienen un alto contenido simbólico (despedidas diarias, distribución en la comida, irse a la cama, manejo del fin de semana).- Los de intensificación hacen referencia a las celebraciones grupales, a las tradiciones familiares. 

— Los síntomas psicológicos también pueden ser vistos como rituales, como un fenómeno interpersonal inmerso en una secuencia recurrente de conductas y participantes significativos.

 

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